El diario La Voz del Interior, con la firma del periodista Gustavo Farías, destacó la historia de Nazareno Carrasco Céliz, un vecino de nuestra ciudad de 22 años quien tiene parálisis cerebral y acaba de debutar como árbitro de la Asociación Cordobesa de Básquetbol.
El periodista describe al bellvillense como de sonrisa ancha y contagiosa, quien mira el presente con optimismo y agradece con profundo sentimiento cada oportunidad de superación.
Sin embargo, la realidad es que en el tránsito de su existencia, “Naza” ha tenido que sortear adversidades enormes, pesadas, pero insuficientes para doblegar su espíritu combativo.
Afectado de una parálisis cerebral que le reduce el potencial motriz del cuerpo y del habla, el 6 de mayo pasado, en dupla con su compañero y amigo Rubén Sueldo, se estrenó dirigiendo a Rieles Argentinos y Las Palmas, en partido del torneo de la ciudad de Córdoba, convirtiéndose así en el primer juez de capacidades diferentes en arbitrar oficialmente en la ACBB. Era un logro perseguido desde su infancia, cuando soñaba con ser como Diego Bisoni, un árbitro de Leones que fue su referente.
Su desempeño fue impecable, tanto como su figura, moldeada a fuerza de sacrificio, con gimnasia y fisioterapia, para conseguir estar a la altura de la responsabilidad. Claro que para ello, es clave el pilar familiar en el que se apoya Nazareno.
“Mi padre (Walter Carrasco) era jugador y es director técnico. Con él le tomé el gusto a este deporte a pesar de ser de Bell Ville, capital mundial de la pelota de fútbol”, explica el joven. Su madre, Andrea, fue medicada incorrectamente durante su embarazo, una cuestión que derivó en las secuelas de Nazareno. “A mi mamá le debo estar aquí de pie. Ella hizo todo lo imaginable para que yo pueda salir adelante en la vida. Le debo todo y hoy me muevo por mis propios medios y soy independiente”, reconoce emocionado.
A los 10 años se acercó a la cancha de básquet del Club Bell, pero a pesar de que su condición física nunca le permitió ser jugador, canalizó en este deporte su espíritu inquieto.
La extensa nota da cuenta también que en 2019, Nazareno recibió su título secundario en el Ipem 290 de Bell Ville y a partir de entonces alterna el arbitraje con su trabajo como gestor de trámites en nuestra ciudad y la capital cordobesa. De padres separados, vive con su madre y su hermano mayor Juan Cruz. Durante la pandemia, el destino le propinó otro duro golpe: la muerte de su novia, Daiana Campos, de 19 años, víctima de Covid.
“Invito a la sociedad a que no juzguen a una persona por su discapacidad, porque todos somos humanos. Más bien les pido que se fijen en su propia vida”, reclamó.
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